Eckhart Tolle dice: “Tú estás aquí y ahora, mientras tu mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad”. Lo mismo ocurre si tu mente se sitúa en algún suceso del pasado que te produce inquietud. Tu mente puede afrontar el presente, pero no puede afrontar una proyección mental.
Al no poderlo afrontar nos sumergimos en el miedo. El miedo puede adoptar diversas formas: inquietud, preocupación, tensión, ansiedad, fobias, obsesión,…
Si adquieres el hábito de preguntarte “¿Qué está sucediendo dentro de mí en este momento?” te será más fácil situarte en la realidad del presente. Lo importante es que te observes, aunque no te guste lo que veas.
Cuánto más pones el foco de atención en el pasado y futuro más te pierdes el AHORA, con toda su riqueza de matices.
La división de la vida en pasado, presente y futuro es obra de la mente humana. Son abstracciones mentales. El pasado solo puede ser recordado AHORA, el futuro cuando llega es un AHORA.
No olvides que tus pensamientos ocurren siempre en el presente, aunque sus contenidos puedan referirse al pasado o futuro, con lo que ello puede suponer de distorsión en estos pensamientos.
Preparar una clase, practicar un deporte, recoger la vajilla, tender la ropa, arreglar el jardín, hacer meditación,… todo ello forma parte de tu PRESENTE cotidiano.